domingo, 6 de junio de 2010

Un objeto desconocido, descubierto alrededor del Sol


Un objeto desconocido, seguramente de fabricación humana, ha sido descubierto en una órbita alrededor del Sol. Bautizado como 2010 KQ, el artilugio ha sorprendido a los astrónomos. Primero fue confundido con un asteroide, pero su inclinación, su color y su escaso brillo indican sin duda que, en vez de una roca, se trata de un artefacto artificial, obviamente -a no ser que nos llevemos la mayor sorpresa de nuestras vidas, quién sabe-, elaborado en este planeta. Los científicos no son capaces de relacionarlo con ningún lanzamiento concreto, aunque algunos sospechan que puede tratarse de una parte de un cohete Protón ruso lanzado en octubre de 1974 para analizar la Luna.
El objeto fue descubierto el pasado día 16 de mayo por el telescopio Catalina Sky Survey. Orbita el Sol una vez cada 1,04 años y pasó a menos de 1,28 distancias lunares de la Tierra el pasado día 21.Al principio, los expertos creían que era un asteroide más, pero el astrónomo Richard Miles, del telescopio Faulkes North, se dio cuenta de que ese extraño «ovni» tenía la huella de la mano del hombre. Los motivos son su particular color y su escaso brillo, y su órbita circular y de muy baja inclinación. Los espectros en ultravioleta demostraron también la existencia de dióxido de titanio, utilizado en la fabricación de pintura blanca.
Faulkner cree que el artilugio es la «cuarta etapa» de un cohete Protón ruso lanzada el 28 de octubre de 1974 por la sonda Luna 23. Esta nave tenía como misión recoger muestras lunares para su posterior estudio, pero el alunizaje fue muy violento y parte del equipo quedó dañado. La pieza que ahora se ha convertido en un asteroide artificial puede ser un bloque equipado con un motor 11D-58S que medía casi seis metros de longitud.
Desintegración
El objeto se aleja de la vecindad de la Tierra, pero volverá en 2036. «En la actualidad, existe una probabilidad del 6 por ciento de que 2010 KQ entre en nuestra atmósfera en un período de 30 años a partir de 2036», han explicado desde el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA. «Es muy probable que las observaciones adicionales del objeto permitan perfeccionar su órbita y las posibilidades de impacto. Aun en el improbable caso de que este objeto esté dirigido para el impacto con la Tierra, es tan pequeño que se desintegraría en la atmósfera y no causaría daños en el suelo».
La NASA detecta, rastrea y caracteriza a los asteroides y cometas que pasan cerca de la Tierra utilizando telescopios terrestres y espaciales. La llamada «Spaceguard» descubre estos objetos, que caracteriza según sus órbitas para determinar si alguno podría ser potencialmente peligroso para nuestro planeta.

Científicos chinos crean un agujero negro


¿Miedo al LHC? Los apocalípticos que temen que un experimento de Física provoque la destrucción de la Tierra tienen otro punto de atención además del Gran Colisionador de Hadrones de Ginebra. Científicos chinos han creado con éxito en laboratorio un agujero negro. Como es lógico, es diminuto, pero se comporta e imita las propiedades de uno de estos fenómenos en el espacio. De momento, el mini agujero sólo atrapa la luz en frecuencia de microondas, pero los investigadores se plantean ir más allá y desarrollar un agujero que se «trague» la luz visible. Para construir el existente, han utilizado los mismos materiales que se emplean para construir las famosas capas de invisibilidad.
El estudio, que ha publicado en la revista New Journal of Physics, muestra cómo los investigadores provocaron la aparición del agujero. Quiang Cheng Cui, de la Universidad de Nanjing, diseñó y fabricó un dispositivo al que denominó «absorbente omnidireccional electromagnética», con 60 tiras de tarjeta de circuitos dispuestos en capas concéntricas recubiertos de cobre.
Cada capa se imprime con patrones alternantes, que resuenan o no en las ondas electromagnéticas. Para ello, utilizó las propiedades especiales de los metamateriales, una clase de compuestos ordenados que pueden distorsionar la luz y otras ondas, y que se emplean en los experimentos de invisibilidad. Cuando la onda electromagnética llega al dispositivo, es atrapada y guiada hacia el centro del agujero negro hasta ser absorbida por el núcleo. Después de eso, la onda no tiene escapatoria y la luz atrapada se convierte en calor.
Los científicos esperan encontrar aplicaciones importantes de su investigación para obtener energía solar de una forma eficaz y barata.

Esta bacteria nos hará más inteligentes


¿Puede la simple exposición a una bacteria influir de algún modo en nuestra capacidad cognitiva? ¿O llegar incluso a hacernos más inteligentes? Un estudio recién presentado en el Congreso de la Sociedad Americana de Microbiología, celebrado en San Diego, afirma que sí, que es posible. O por lo menos eso es lo que sugieren una serie de experimentos de laboratorio hechos con ratones.
Hasta ahora se sabía que la exposición a ciertas bacterias presentes en el ambiente puede tener ciertas cualidades antidepresivas, pero Dorothy Matthews y Susan Jenks, investigadoras de Sage Colleges, de Nueva York, han ido mucho más allá al sugerir que esas mismas bacterias también podrían incrementar nuestra capacidad de aprendizaje. "Mycobacterium vaccae -explica Dorothy Matthews- es un microorganismo de tierra que es ingerido o respirado de forma natural por las personas cuando pasan tiempo en el campo o en contacto con la naturaleza".
Investigaciones anteriores ya habían demostrado, además, que la inyección en ratones de M. vaccae (llamada así porque la primera cepa descrita fue aislada analizando el excremento de una vaca) estimulaba el crecimiento de determinadas neuronas en el cerebro, lo que provocaba a su vez un aumento en los niveles de serotonina y una disminución de la ansiedad. "Dado que la serotonina juega un papel importante en el aprendizaje, empezamos a preguntarnos si la propia M. vaccae también podía, por sí misma, estimular el aprendizaje en ratones", afirma Matthews.
Más rápidos y sin ansiedad
Así que se ambas se pusieron manos a la obra y añadieron bacterias vivas a la comida de algunos de sus ratones de laboratorio al mismo tiempo que estudiaban su capacidad para moverse dentro de un laberinto, comparándola con la de otros ratones que no habían ingerido la bacteria. "Encontramos que los ratones que habían ingerido M. vaccae recorrían el laberinto a más del doble de la velocidad, y con un nivel de ansiedad muy inferior al del resto de los ratones".
En un segundo experimento, se retiró la bacteria de la dieta de los roedores y se volvió a medir su capacidad para recorrer un laberinto. Todos ellos lo recorrieron más lentamente de lo que lo habían hecho mientras ingerían M. vaccae, aunque seguían siendo más rápidos que el resto. Tres semanas después de haber eliminado la bacteria de la dieta, las investigadoras realizaron un nuevo control. Los ratones experimentales seguían teniendo una cierta ventaja sobre los que jamás habían ingerido la bacteria, pero los resultados apenas si tenían una relevancia estadística, lo que sugiere que el efecto de las bacterias es temporal y depende de la continuidad del suministro.
"Nuestra investigación -concluye Matthews- sugiere que M. vaccae juega un papel en los niveles de ansiedad y los procesos de aprendizaje de los mamíferos. Y resulta interesante especular con la posibilidad de crear métodos de aprendizaje en las escuelas que incluyan pasar tiempo en ambientes en los que M. vaccae esté presente, lo que reducirá la ansiedad de los alumnos e incrementará su capacidad para aprender cosas nuevas".

Hay seis veces menos especies en la Tierra de lo que se creía


¿Cuantas especies diferentes hay en la Tierra? Los cálculos más recientes rebajan de forma drástica las estimaciones anteriores y nos dejan con alrededor de 5,5 millones de especies vivas en nuestro planeta. Pueden parecer muchas, pero la cifra está muy por debajo de los entre 30 y más de 100 millones que se barajaban hasta ahora.
Según un estudio recién publicado en The American Naturalist, en efecto, las probabilidades de que efectivamente haya más de 30 millones de especies son ridículas, apenas de un 0,001%.
“Todo el mundo sigue re-elaborando la información y llegando a distintas respuestas”, asegura Andrew Hamilton, de la Universidad de Melbourne y autor principal del estudio.“Por eso abordamos la cuestión desde una perspectiva diferente. En lugar de decir ‘hay tantas especies’, incluimos el grado de certeza, o de incertidumbre, que tienen las diversas estimaciones”.
Utilizando un modelo estadístico muy usado en la evaluación de riesgos financieros, pero casi nunca aplicado a la ecología, Hamilton y su equipo lograron calcular las probabilidades de que los datos y estimaciones originales sobre el número de especies fueran precisos.
Y se encontró con que estaban muy lejos de serlo. Basándose en el número de especies de artrópodos tropicales (un grupo que incluye insectos, arácnidos y crustáceos y que está entre los más diversos de todo el planeta) que viven en una única especie de árboles de Papúa Nueva Guinea, los investigadores lograron extrapolar sus resultados a una escala global.
50.000 especies de vertebrados
Hamilton halló que había cerca de un 90% de probabilidades de que hubiese entre 2 y 7 millones de especies de artrópodos tropicales, aunque lo más probable es que esa cifra ronde los 3,7 millones.
A partir de ahí, y utilizando las mejores estimaciones que existen sobre la diversidad de otros grupos de seres vivos, Hamilton determinó como "muy probable" la existencia de unas 50.000 especies de vertebrados, 400.000 de plantas y alrededor de 1.300.000 de microorganismos no bacterianos. Una biodiversidad global casi seis veces inferior a lo que se pensaba.
Las bacterias, como en anteriores ocasiones, quedaron fuera del recuento de Hamilton, ya que su número y diversidad resulta imposible de calcular.
El investigador, que afirma que 5,5 millones de especies diferentes sigue siendo un número enorme, se muestra sin embargo preocupado por la interpretación que la sociedad pueda dar a sus conclusiones. “Espero que la gente no se tome esto como, ‘no hay tanta biodiversidad en la Tierra, por lo que no deberíamos preocuparnos’. Espero que se mire desde el otro lado – ‘no hay tantas especies ahí fuera, por lo que deberíamos tener más cuidado al tratarlas’”.

Primeros pasos para la vacuna contra el cáncer de mama

Investigadores de la Clínica Cleveland de Ohio (EE.UU.) han desarrollado una vacuna contra el cáncer de mama que ha sido probada en animales de laboratorio y obtuvo resultados "abrumadoramente positivos".
El estudio demuestra que una sola inyección de esta vacuna con un antígeno, una sustancia que da lugar a la formación de anticuerpos, previene la formación de los tumores de cáncer de mama en ratones e inhibe el crecimiento de los ya existentes en esos animales.
Los investigadores preparan los ensayos en seres humanos para el próximo año y, si resultan positivos, supondrían el hallazgo de la primera vacuna para prevenir el cáncer de mama.
"Creemos que esta vacuna será utilizada algún día para prevenir el cáncer de mama en mujeres adultas de la misma manera que las vacunas previenen polio y sarampión en los niños", dijo en un comunicado Vincent Tuohy, el investigador que dirige el estudio en el Departamento de Inmunología del Instituto de Investigación Lerner.
"Si funciona en seres humanos de la manera que funciona en ratones, esto será monumental. Podríamos eliminar el cáncer de mama", vaticinó el autor de la investigación, que será publicada el 10 de junio en la revista Nature Medicine.
Ratones modificados
La mitad de los ratones del estudio, genéticamente modificados para desarrollar este cáncer, recibieron la vacuna y a la otra se le suministró otro tipo de medicación que no contenía ese antígeno. El resultado fue que ninguno de los ratones vacunados con el antígeno desarrollaron la enfermedad, mientras que los demás la sufrieron.
El director del Centro de Cáncer de Mama de la Clínica Cleveland, Joseph Crowe, explicó que "la mayoría de los intentos sobre vacunas de cáncer se han dirigido a los virus, y no a los cánceres que ya están desarrollados".
"El doctor Tuohy no es un investigador de cáncer de pecho, sino un inmunólogo, por lo que su enfoque es completamente diferente, ya que ataca al tumor antes de que se desarrolle. Es un concepto simple, pero todavía no había sido explorado hasta ahora", indicó. Por el momento, la Administración de Fármacos y Alimentos de EE.UU. ha aprobado ya dos vacunas preventivas para el cáncer de cervical y el de hígado, pero las dos atacan los virus y no la formación del cáncer.
Para Tuohy, los resultados del estudio van más allá del cáncer de mama y aportan nuevos puntos de vista para comprender el desarrollo de vacunas de otros tipos de cáncer.