
La presencia de altos niveles de zinc en el organismo está asociada a una sensación de adormecimiento, hormigueo o debilidad en brazos y piernas, dificultades para caminar, trastornos del equilibrio y anemia. En cantidades adecuadas, el zinc no plantea ningún riesgo.
El zinc no se absorbe en la boca, sino únicamente cuando se traga. Si se ingieren pequeñas cantidades porque el producto se rebosa, no hay peligro. Los problemas pueden aparecer cuando los consumidores aplican más crema fijadora de la indicada y la utilizan más de una vez al día, casi siempre porque sus prótesis están mal ajustadas.
El laboratorio fabricante, GlaxoSmithKline (GSK), ha tomado la decisión de forma voluntaria como medida de precaución. El Ministerio de Sanidad no ha ordenado su retirada, de manera que productos similares de otras marcas con zinc, se seguirán dispensando.
GSK seguirá fabricando otras cremas fijadoras de la marca Corega libres de zinc: Corega Extra Fuerte, Corega Sin Sabor, Corega Súper Polvo y Corega Ultra Polvo. En España únicamente el 3% de las ventas de la marca Corega tienen zinc en sus fórmulas, según los fabricantes. Las notificaciones de efectos secundaria han sido muy bajas, pese a que varios millones de personas utilizan el producto a nivel mundial. «Si alguna persona está preocupada por haber podido utilizar el producto en exceso, deben dejar de utilizarlo, hablar con su médico y cambiar a un fijador alternativo sin zinc», recomienda GSK en un comunicado. «Utilizar demasiado producto puede ser un signo de una prótesis dental desajustada. Los usuarios de prótesis dentales deberían visitar a su dentista regularmente para comprobar el ajuste de su prótesis».
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