La esquizofrenia puede detectarse años antes de que se desarrolle la enfermedad, incluso, según explicó el profesor Celso Arango, jefe de la Unidad de Adolescentes de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), existen "marcadores intrauterinos que proyectan visiblemente hacia la enfermedad".
En los últimos años diferentes estudios han demostrado que existen evidencias, a través de anomalías motoras (habla, conductas sociales, movimiento, etc), en niños y adolescentes que "muestran señales de la enfermedad muchos años antes de que se desarrolle". Según explicó, durante la presentación del III European Brain Council, que se desarrolla hasta mañana en Madrid, con motivo de la presidencia española de la Unión Europea, "existen evidencias que muestran que la esquizofrenia es una enfermedad del neurodesarrollo".
Asimismo, se están estudiado los cambios morfológicos cerebrales en la esquizofrenia en jóvenes, y se ha podido observar una reducción del volumen de la sustancia gris y la dilatación de los ventrículos laterales y del tercer ventrículo en aquellos que tienen peor pronóstico de la enfermedad tras sufrir una primera crisis psicótica y tras realizar un seguimiento a dos y cinco años.
Riesgo por cannabis
Aunque la esquizofrenia es una enfermedad compleja causada sobre todo por factores genéticos, existen factores ambientales que provocan que se pueda desencadenar. Es el caso del cannabis, que es uno de los factores de riesgo prevenibles en el desarrollo de la enfermedad, sobre todo cuando su inicio de consumo se produce en edades tempranas (13-14 años).
"Hay una pequeña proporción mínima que se explica por el consumo de cannabis, pero lo importante es que es una de las pocas causas que conocemos que es modificable, y, por tanto, algo se puede hacer para evitar la incidencia de la enfermedad", explicó. No obstante, recordó que todo tipo de drogas son consideradas, "no causas", pero sí desencadenantes de la enfermedad.
Actualmente, se sabe que "la mayor parte de las personas que tiene un brote psicótico no van a tener esquizofrenia", pero sí puede significar que están afectados por otra enfermedad mental. Asimismo, se sabe que existen variables hormonales que provocan que la enfermedad afecte más a hombres que a mujeres y que en los primeros se produzca una aparición más temprana.
La falta de adherencia al tratamiento y el abandono total o parcial de la medicación es un problema importante en los pacientes con esta enfermedad. No obstante, el incumplimiento terapéutico puede deberse a distintas causa, la psicosis, la falta de conciencia de la enfermedad, los efectos adversos de los medicamentos o la falta de información sobre la necesidad de mantener el tratamiento.
Así, se estima que casi un 40 por ciento de los pacientes abandonaba el tratamiento durante un primer año, y el 75 por ciento durante el segundo. Este dato se debe tener en cuenta al tratar al paciente ya que, según los expertos, el 75 por ciento de los que abandona el tratamiento presenta una recaída entre los seis y veinticuatro meses de abandonar el tratamiento antipsicótico.
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